Hidratación en Invierno: El Secreto de Salud que Muchos Ignoran
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La hidratación en invierno es clave para la salud, aunque no tengamos sed. Descubre consejos prácticos, síntomas de alerta y recomendaciones médicas. Incluye guía gratuita de salud VSD!
Cuando llega el invierno, solemos abrigarnos, cuidar la piel del frío, tomar bebidas calientes… pero ¿bebemos suficiente agua? Aunque el cuerpo no nos lo “pida” tanto como en verano, mantener una correcta hidratación en invierno es igual o más importante para evitar enfermedades respiratorias, resequedad en la piel y descompensaciones. Aquí te explicamos por qué.
A diferencia del verano, en invierno sentimos menos sed. Sin embargo, el cuerpo sigue perdiendo líquidos al respirar aire seco, al usar calefacción o durante la digestión de alimentos pesados.
Dato curioso: En climas fríos, puedes perder hasta un litro de agua diario solo por la respiración y sudor imperceptible.
Síntomas de Deshidratación en Invierno
Aunque menos evidentes, estos son signos comunes de que tu cuerpo necesita agua:
Fatiga o somnolencia constante
Dolor de cabeza sin causa aparente
Piel seca, agrietada o labios partidos
Orina de color oscuro
Estreñimiento o digestión lenta
Si eres adulto mayor, estos síntomas pueden ser aún más peligrosos y confundirse con otras enfermedades.
¿Cuánta Agua Necesitas en Temporada Fría?
La recomendación general es entre 6 a 8 vasos de agua al día.
Puedes complementar con infusiones, caldos naturales y frutas ricas en agua como naranja, mandarina, pera o manzana.
Evita bebidas azucaradas o alcohólicas que deshidratan más.
Imagen: ilustración
Tips para Mejorar la Hidratación en Invierno
Infusiones calientes sin cafeína (como manzanilla o jengibre) son una excelente forma de hidratar y reconfortar.
Incluye vegetales con alto contenido en agua, como calabaza, brócoli y espinaca.
Usa recordatorios en tu celular para tomar agua cada cierto tiempo.
Lleva contigo un termo con agua tibia o infusión, ideal para mantenerte hidratado(a) y abrigado(a).
Atención Especial a Niños y Adultos Mayores
Tanto niños como personas mayores tienen menor percepción de sed, por lo que es clave animarlos a tomar líquidos incluso si no lo piden.
Consejo práctico: Sirve caldos con vegetales, gelatinas naturales o compotas caseras para mantenerlos hidratados sin que se den cuenta.
Ya sea para tratar problemas por deshidratación, enfermedades estacionales o simplemente para mantener el equilibrio, la guía es tu mejor aliada para cuidar tu salud este invierno.