La decoración biofílica ha cobrado fuerza como una forma de reconectar con la naturaleza sin salir de casa. Este enfoque de diseño interior incorpora elementos naturales —como plantas, madera, piedra y luz natural— para crear espacios que fomentan la tranquilidad, la creatividad y el equilibrio.
Más que una tendencia estética, la decoración biofílica responde a una necesidad profunda: el contacto humano con el entorno natural. Diversos estudios han demostrado que estar rodeados de vegetación o materiales naturales reduce los niveles de ansiedad, mejora la concentración y eleva el estado de ánimo.
Incorporar este estilo no requiere remodelaciones complejas. Bastan algunos cambios: colocar plantas en lugares estratégicos, aprovechar la luz solar, usar textiles de fibras naturales y elegir colores que evoquen paisajes. También se puede integrar arte o fotografías que representen la naturaleza.
En oficinas y espacios de trabajo, la decoración biofílica se asocia con mayor productividad y satisfacción laboral. En casa, convierte cualquier rincón en un refugio que favorece el descanso y la desconexión.